Lo primero seria definir el “sentido del humor”. Borges lo ubica como “un favor a la conversación” esto es, el hallazgo no la búsqueda, la circunstancia sometida de pronto a una visión extenuante. Siempre, el sentido del humor es reducción al absurdo del objeto propuesto: al descubrir su grotecidad o su caducidad o su debilidad, nos estaremos acercando a sus rasgos esenciales. De allí que la gente en el poder, los políticos, desconfíen más de la sátira que del insulto:..