Documento
Adjuntos
-
MX-SC-DGB-BP-MC-HA0032-A
-
MX-SC-DGB-BP-MC-HA0032-C
Monsiteca artículos
Título del artículo
Entrevista con Marcos
Nombre de la revista
Año de inicio
S/A
Editorial
Parlamento Internacional de los Escritores
Periodicidad
irregular
Fecha de publicación
2001
Nombre del autor o autora
Página de inicio
87
Número de revista
2
Contenido temático
Cuando estalló la revolución zapatista y apareció en la escena internacional el subcomandante Marcos, Carlos fuentes declaró: "Marcos es el hijo de Carlos". Era reconocer el rol eminente de Carlos Monsiváis en la vida pública e intelectual mexicana. Ensayista, cronista, comentarista de múltiples temas que van desde la cultura popular latinoamericana a la política mexicana pasando por el cine o el arte barroco. Carlos Monsiváis ha seguido desde muy cerca las evoluciones de la política mexicana y el movimiento zapatista. Muy cercano a Marcos, han coincidido en inmensas situaciones, la última vez fue en la marcha de los zapatistas en México. El EZLN sale el 1o de enero, empieza la guerra y se encuentra con que el mundo no es el imaginado sino otra cosa. En todo caso, la virtud, si pudiéramos llamarla así, del EZLN es, desde entonces, haber sabido escuchar, aunque tal vez sea uno de sus defectos, no haber reaccionado rápidamente a eso que escuchaba. En algunas partes lo hicimos rápido, en otras hemos tardado más. En ese momento, el EZLN dice: "Vamos a detenernos, aquí hay una cosa que no entendemos que no ´revimos y para la que no nos ´reparamos. Lo principal es hablar y escuchar más". En ese desconcierto le entramos a ver qué pasaba, lo hicimos sinceramente, ni siquiera era cálculo político. Debíamos escuchar, y así llegamos al primer diálogo y lo que construimos alrededor de él. A partir de esta premisa, Carlos Monsiváis le pregunta al subcomandante Marcos, ¿Cómo ves, desde la perspectiva del EZLN, la participación en el diálogo? ¿Cuáles son los adelantos y cuáles los retrocesos o estancamientos?, a lo cual Marcos contesta: Mira, lo principal es que son dos formas de concebir el diálogo. Cuando nosotros salimos al diálogo de Catedral de San Cristóbal de las Casas encontramos a toda esta gente. Por un lado, se da la sensibilización sobre la problemática indígena, que se desata en términos culturales, étnicos, morales, políticos, económicos y sociales. Las causas que generaron el conflicto eran y son innegables. Por otro lado, nos encontramos un vacío. El EZLN no sólo apareció en enero del 94 como el que sacudía la conciencia nacional sobre la problemática indígena. Para muchos sectores llena un vacío de expectativas políticas de izquierda, y no me refiero a los que añoran siempre el asalto al Palacio de Invierno, ni a los sectores profesionales de la insurrección y la revolución. Me refiero a gente común y corriente, que además de la problemática indígena, esperaba que se generase una fuerza política que llenara un espacio que no llenaban ni la izquierda parlamentaria. A partir del diálogo de la Catedral, empezamos a construir la idea de una mesa en la que participan otros. Tratamos de romper el esquema de ventanilla con el que batallamos todo el proceso de diálogo en Catedral, y luego de San Andrés y San Miguel. Nos decían: "Nos arreglamos, pero tú y yo. Tú que quieres, ¿tierras?, pues te doy tanto". Nosotros decíamos. "Pues no, no se trata de eso". Logramos sentar a otra gente en la mesa, y que el acuerdo no fuera toma y daca, de pides diez y te doy seis, sino que se construyera algo nuevo. San Andrés rompe todo el esquema de negociación anterior dentro de la clase política. A lo largo de la entrevista realizada por Monsiváis al Subcomandante, se van presentando los ideales, los alcances del movimiento, así como sus limitaciones y, la propia evolución del subcomandante.

