Monsiváis en 1968 hace una reflexión sobre el poder que tiene el presidente de la república, para llegar a él, es inalcanzable, el dueño indiscutible del sexenio, el presidente se cree el objeto de culto que no admite crítica. Según Monsiváis el Presidencialismo es, también, el contagio represivo. No hacen falta las ordenes específicas.